Visión Interior
Anterior SiguienteA Harber se le conoce por sus esculturas para jardines, pero hace tiempo que ha extendido su repertorio a interiores y espacios públicos, y en lo que respecta a su práctica artística, no ve una diferencia importante cuando su trabajo le lleva a atravesar estos bordes.
Un objeto tridimensional en un enclave tridimensional tiene, en esencia, las mismas variables de luz, color y dimensión. Los campos visuales, y una idea de sentido del espacio, tanto si es para vivir, en compañía o en soledad, siguen siendo claves.
La mejor manera de exhibir algunas de sus obras es utilizándolas como puntos focales. Un encargo reciente para una casa particular en Pakistán le llevó a la creación de una vasija que lleva el nombre de Vórtice de Fuego y que ocupa el centro de una habitación. El agua se arremolina en un suave vórtice y una llama baila sobre el punto en el que el agua desaparece.
Por un lado, tenemos la épica y lo público y por el otro, la meditación y lo privado», opina David. «Depende siempre del espacio y del papel que el cliente quiere que la obra desempeñe». Y eso puede ser en el interior, o en el exterior. Para Harber, la tarea sigue siendo la misma, crear un sentido de misterio y fascinación.